«Qué hace la gente exitosa antes del desayuno» de Laura Vanderkam

Qué hace la gente exitosa antes del desayuno: Una guía práctica para organizar tus mañanas (2013) es una guía para las primeras horas del día. Repleto de consejos útiles extraídos de la vida de personas exitosas de la actualidad, el libro propone un práctico plan que les ayudará a idear y poner en práctica una rutina matutina perfecta. Pónganlo en práctica y dispondrán de tiempo para hacer lo que más les gusta. Aún mejor: una vez que dominen algunas aptitudes de administración del tiempo y hayan revolucionado sus mañanas, estarán listos para aumentar su rendimiento laboral y aprovechar al máximo los fines de semana.

¿Qué beneficio ofrece? Consejos de administración del tiempo para sacar el mayor provecho de sus mañanas.

A menudo, parece que la vida se pasa en un parpadeo.

La mayoría de los días hay tanto que hacer que no tienen tiempo ni pueden pensar en lo que más les importa. Cuando terminan de preparar el almuerzo para los niños, responder los correos electrónicos en el trabajo y comprar comestibles en el camino de vuelta a casa, están agotados. ¿De dónde sacarían fuerzas para pasar buenos momentos con los amigos y la familia y mucho menos para empezar a escribir el libro que siempre soñaron? Pues la autora de Éxitos de Venta y reconocida experta en gestión del tiempo, Laura Vanderkam, tiene una solución. Ella sostiene que siempre hay tiempo para hacer lo que realmente quieren. El secreto es saber de dónde sacar tiempo.

Es algo que los triunfadores más exitosos del mundo saben perfectamente. Pregúntenle a cualquiera de ellos de dónde sacan tiempo extra para cultivar su vida profesional, sus relaciones y sus sueños, y les darán una respuesta de tres palabras. De la mañana. Lo único que hace falta es una planificación cuidadosa, atención al uso que hacen de su tiempo y un poco de disciplina. Dominen eso y se sorprenderán de ver cuántas actividades caben en su agenda diaria. En los siguientes resúmenes descubrirán lo siguiente.

Cómo llevar un registro para controlar a qué dedican tiempo. Por qué acostarse y levantarse temprano los hará más productivos. Cómo aplicar sus nuevas aptitudes de administración del tiempo a otras áreas de su vida.

Comiencen el día haciendo inmediatamente las actividades que más les importan y no las pospongan.

Las mañanas son ajetreadas y a menudo se pasan en un parpadeo. Saltan de la cama, se apresuran para preparar a los niños para ir a la escuela y luego salen corriendo al trabajo. Esto no tiene que ser así.

Replanteen las mañanas y podrán convertirlas en oportunidades para hacer lo que más les importa. La clave es dejar de posponer las tareas importantes. Háganlas ahora y no esperen a que después llegue el momento más oportuno. Todo el mundo quiere tener más tiempo para hacer lo que le importa. Para algunos, esto implica hacer ejercicio, para otros, leer o dedicar algunas horas a un proyecto de trabajo a largo plazo como escribir un informe anual. Es muy fácil dejar que las obligaciones y los quehaceres diarios los distraigan.

Y cuando hayan terminado de responder los correos electrónicos de trabajo y de lavar la ropa, lo único que querrán será tirarse frente al televisor. Entonces, la mañana es el momento más oportuno para alcanzar sus metas. Sigan el ejemplo de James Citrin, director de la agencia de cazatalentos Spencer-Stuart North American Board and CEO Practice. Citrin entrevistó a un grupo de altos ejecutivos sobre sus rutinas matutinas. De cada 20 de ellos, 18 tenían algo en común. Todos los días se levantaban antes de las 6 de la mañana.

Citrin también madruga y dedica las primeras horas de la mañana a hacer ejercicio. Al amanecer, el mundo sigue en calma. Es el momento perfecto para una reflexión pausada. Otro ejemplo es el de Steve Reinemund, exdirector general y presidente de PepsiCo y actual decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de Wake Forest en Carolina del Norte. Se levanta aún más temprano, a las 5 de la mañana, y comienza el día corriendo 6,5 kilómetros. Después, se toma tiempo para sí mismo, que dedica a la lectura o a la oración.

Luego, disfruta de un buen desayuno con sus hijos. Cuando está de viaje, se asegura de seguir su rutina hospedándose solo en hoteles que tengan cintas para correr. Quizá ustedes también han tratado de adoptar una rutina matutina, pero han caído en la tentación de dormir un poco más. Es un problema bastante común.

Como veremos en los siguientes resúmenes, pueden superarlo. ¿Cuál es el secreto? La fuerza de voluntad.

Las mejores rutinas matutinas no consisten en hacer lo urgente, sino lo importante.

¿En qué consiste exactamente una buena rutina matutina? Está claro que no consiste en lavar la ropa. Eso es algo que, de todas formas, harán en algún momento.

Lo mismo puede decirse de las teleconferencias y cualquier otra cosa que puedan hacer más adelante en el día. Las mejores rutinas matutinas consisten en hacer tareas que les importan, pero que exigen un poco de motivación adicional. Son el tipo de actividades que no dan una recompensa inmediata, pero que, a la larga, podrían cambiarles la vida. Piensen en un proyecto creativo como escribir un libro o establecer relaciones para promover su crecimiento profesional. No es algo que puedan terminar de una sola vez, pero sigan su programa y realmente harán una diferencia. Es exactamente lo que hacen a diario las personas más exitosas.

Dedican las mañanas cultivando una de estas tres cosas, su trayectoria profesional, sus relaciones o su desarrollo personal. Empecemos por la trayectoria profesional. Cultivar la vida laboral no consiste en responder correos electrónicos tan pronto como llegan a la bandeja de entrada. Consiste en realizar actividades para las que rara vez tienen tiempo suficiente a lo largo de una jornada normal. Un ejemplo es el de Debbie Moisishen, una ejecutiva de atención médica institucional que colabora con la Universidad Brandman para crear el Departamento de Educación de Atención Médica. Quería fomentar una cultura colaborativa y de puertas abiertas en su oficina.

Eso suponía mantener literalmente abiertas su puerta y anunciar a las personas que eran bienvenidas en cualquier momento para hablar. Era una idea excelente, pero surgió un problema. Las constantes reuniones breves con sus compañeros de trabajo terminaron por distraerla de otras tareas. Al final, no podía dedicar suficiente tiempo a proyectos que eran importantes para ella. ¿Cómo lo resolvió? Reservando las mañanas para hacer su trabajo.

Eso le dio el tiempo y el espacio que necesitaba para concentrarse por completo en la tarea, sin preocuparse constantemente por las interrupciones. Más importante aún, le permitió promover la cultura colaborativa durante el resto del día, además de terminar sus proyectos individuales. Así es como la rutina matutina puede ayudarles a promover su desarrollo profesional. En el siguiente resumen, aprenderán un poco más sobre la manera de cultivarse y cultivar sus relaciones.

Adopten el hábito de usar las mañanas para pasar momentos valiosos con su familia y dedicarse tiempo a ustedes mismos.

Su desarrollo profesional es importante, pero es solo uno de los pilares que sostienen una vida satisfactoria. Las relaciones son otro pilar. ¿Cuántas veces han llegado del trabajo a casa y se han sentido demasiado cansados para pasar buenos momentos con sus amigos y familiares?

Por eso, es hora de que empiecen a usar las mañanas para cultivar sus relaciones. Si lo piensan con detenimiento, las mañanas en realidad ofrecen la oportunidad perfecta para dedicar tiempo a sus seres queridos. En especial, porque no estarán agotados tras una larga jornada en la oficina ni ansiosos por tirarse frente a la televisión. Hay un sinfín de maneras en que pueden empezar a aprovechar al máximo las primeras horas del día. ¿Por qué no hacer el amor al amanecer con su pareja? También podrían hacer del desayuno la comida familiar, un tiempo para reunirse a la mesa con todos.

Hagan lo que hagan. Es una excelente manera de mantenerse en contacto con las personas más importantes de su vida. Sigan el ejemplo de Catherine Beaumont Murphy, una laboriosa abogada tributaria cuya agotadora agenda a menudo la obliga a trabajar hasta tarde por la noche. Decidió hacer un cambio al darse cuenta de que su vida laboral le estaba quitando tiempo para estar con su hija. Después de hablar con la autora, comprendió que el despacho de abogados donde trabajaba recompensaba trabajar hasta tarde y no desde temprano. Las mañanas, por lo común, eran tranquilas y había pocos asuntos que exigieran atención urgente.

Beaumont decidió empezar a acostarse más temprano para agregar un par de horas a su jornada por la mañana. Su nuevo programa de actividades resultó contagioso. Ahora toda la familia se levanta temprano y se esfuerza para que el desayuno sea un momento especial. Eso nos lleva al tercer pilar que deben atender si quieren una vida más equilibrada, el cuidado personal. El tiempo para uno mismo suele ser una de las primeras cosas que se sacrifican cuando la vida se vuelve ajetreada. Las responsabilidades, el trabajo y los compromisos sociales a menudo ocupan el tiempo que se habían reservado.

La solución es ganar tiempo para las necesidades propias por la mañana. Pregúntense qué les importa realmente a ustedes. Hay quienes quieren entrenarse para un maratón, otros prefieren leer más, escribir poesía, meditar o pintar. Sea lo que sea, pueden seguir el ejemplo de los ejecutivos entrevistados por James Citrin. Al levantarse temprano, ganan tiempo para hacer lo que les gusta.

Empiecen a transformar su rutina matutina controlando cómo usan el tiempo e imaginándose su mañana ideal.

Ahora que han visto cuánto pueden hacer por la mañana, es momento de hacerse la pregunta más importante. ¿Cómo empezarán a poner en práctica su nueva rutina matutina? Hay cinco pasos fundamentales.

En este resumen, aprenderán los dos primeros. Empiecen a hacer más productivas sus mañanas registrando cómo emplean el tiempo durante la semana. Una semana tiene 168 horas. Si quieren sacar el mayor provecho de ellas y administrar mejor su tiempo, tienen que saber a qué dedican tantas horas. El problema no suele ser qué hacen por la mañana, sino lo que hacen con el resto del día. Acostarse tarde es lo que más afecta su capacidad para levantarse temprano, pero es fácil caer en la trampa.

Puede ser que dediquen el tiempo a escribir correos electrónicos o simplemente a ver televisión. Sea lo que sea, acostarse tarde y levantarse temprano no es una opción viable a la larga. Terminarán demasiado cansados para seguir levantándose temprano. Pero una vez que empiecen a tomar nota de a qué dedican el tiempo, quizá puedan ganar una o dos horas al principio del día. Tal vez puedan darles a sus hijos dinero para el almuerzo en vez de prepararles la lonchera. Así que ese es el primer paso.

Tomen una libreta y empiecen a anotar cómo emplean su tiempo. El segundo paso es simple. Imagínense su mañana ideal. Para ello, pregúntense cómo sería para ustedes el inicio perfecto del día. Ahora que han creado un registro de cómo usan su tiempo, pueden empezar a imaginar cómo cambiar la situación. Pongamos de ejemplo a la autora.

La mañana de sus sueños empieza a las 6 y 20 a.m. A esa hora se levanta, a menos que esté de humor para la actividad sexual. Si no es así, sale a la calle 10 minutos después para correr durante 45 minutos. A continuación, toma un desayuno abundante con toda la familia reunida en torno a la mesa del comedor.

Ese momento es la oportunidad perfecta para ponerse al día con los suyos y tener una conversación significativa. Por último, cuando todos los demás se han ido, se sienta a trabajar en su libro y a escribir la actualización diaria de su blog. Desde luego, esa no tiene que ser necesariamente la mañana perfecta para ustedes. La clave es que empiecen a visualizar cuál sería para ustedes el comienzo ideal del día.

Piensen en la logística de su rutina matutina ideal y, de a poco, empiecen a adoptar hábitos nuevos.

Ahora que conocen mejor cómo emplean su tiempo durante la semana y se han imaginado su mañana perfecta, pasemos al tercer paso. Se trata de la logística. Dicho de otro modo, se trata de indagar si su rutina matutín ideal es factible.

Empiecen por calcular cuánto tiempo necesitarán exactamente para llevarlo a la práctica. ¿Pueden hacer cambios en otras actividades para tener tiempo para sus nuevos planes? Supongamos que quieren liberar tiempo adicional para preparar el desayuno. En tal caso, podrían ducharse en 5 minutos y no en 15. Recuerden que prever las dificultades les permitirá resolverlas de antemano. Si quieren que su nuevo plan tenga éxito, tendrán que planificar todo.

Si han llegado hasta aquí, están en el paso más emocionante, crear sus nuevos hábitos. Necesitan tiempo para consolidar los hábitos nuevos, así que comiencen despacio y sean pacientes. A veces, lleva semanas adaptarse a una rutina nueva. Adoptarla despacio es de especial importancia para que no se sientan agobiados al final de la primera quincena. Ese es el momento crítico, cuando mantener la rutina puede volverse difícil. Ocuparse de pocas tareas les ayudará a mantener el grado de motivación suficiente para superar la etapa de dificultad.

Por ejemplo, si decidieron dedicar las mañanas a correr, meditar y escribir, empiecen haciendo solo una de las tres actividades. Siempre pueden añadir las otras más adelante. Las recompensas o lo que la autora llama sobornos también son útiles para mantener la motivación. Si se desempeñaron bien y respetaron el plan, regálense un premio. Podría ser algo como entradas para la ópera o una comida en un buen restaurante. Por último, el quinto paso.

Se trata básicamente de refinar la rutina. La vida está llena de cambios repentinos. Si quieren consolidar la nueva rutina, tendrán que poder adaptarse y aprender a hacer ajustes y reajustes constantes. Sigan el ejemplo de la autora, una apasionada por salir a correr por la mañana. Cuando estaba esperando a su primera hija, tuvo que modificar su programa. Correr se volvió imposible cuando avanzó su embarazo.

Entonces lo dejó en segundo plano y dedicó más tiempo a su alimentación. Pero ahora que sus hijos son mayores, ha vuelto a tener tiempo para correr. Retomó su antigua rutina y dedica tres cuartos de hora a correr antes de sentarse a desayunar con su familia.

Planeen con anticipación las actividades del fin de semana y disfruten de la expectativa.

Los fines de semana son la oportunidad para que disfruten de un merecido descanso y recarguen las energías mentales y físicas, lo cual es parte integral de su bienestar. Pero es muy fácil desperdiciar estas horas preciosas en una combinación aleatoria de actividades. Cuando llega el lunes, se dan cuenta de que no aprovecharon su tiempo libre tanto como podrían haberlo hecho.

Hay una manera sencilla de hacer que los fines de semana rindan más. Planearlos con anticipación. En vez de decidir espontáneamente qué hacer cuando ha llegado la mañana del sábado, un par de días antes elaboren una lista entre tres y cinco actividades principales. Es una forma eficaz de evitar una de las clásicas maneras de desperdiciar un fin de semana. No hacer nada, lo que siempre resulta una opción atractiva al final de una semana agotadora. El problema es que en la era digital ya no existe una verdadera posibilidad de no hacer nada.

Antes, la gente podía pasar el tiempo recostada en el suelo escuchando cantar a los pájaros y viendo pasar las nubes. Hoy en día es más probable que vean televisión, naveguen por Internet y revisen sus redes sociales. Tener un plan elimina toda esa actividad inútil. No hace falta exagerar y decidir qué hacer cada minuto del día. Solo necesitan un par de actividades en torno a las cuales estructurar su fin de semana. Cuáles sean depende por completo de ustedes.

Quizá quieran organizar un día de campo con su familia o ir al cine. Y hay una cosa más que deben tener presente. Si quieren sacar el mayor provecho del fin de semana, asegúrense de planear actividades fuera de lo común y aprendan a disfrutar de la expectativa que empezarán a sentir a medida que avanza la semana. Lo bueno de los fines de semana es que no tienen nada que ver con la semana laboral. Lo que necesitan es una pausa. Por eso, es tan importante que hagan algo que no hacen en ninguno de los otros cinco días.

Elegir qué hacer requiere de un poco de imaginación. Por eso, deben planificar con anticipación. Pero planificar tiene sus beneficios. Saber que tienen una actividad divertida en su agenda les dará algo que esperar con ansia. Deben disfrutar de esa expectativa. Recuerden cómo la expectativa es una parte esencial de la Navidad.

La curiosidad y el interés de la espera para abrir sus regalos es lo que hace que la ocasión sea tan especial. Así que ahora saben lo importante que es la planificación. En el siguiente resumen, exploraremos algunos consejos prácticos para planificar los fines de semana.

Hagan especiales sus planes para el fin de semana elaborando una lista de sueños posibles y sean espontáneos.

Hay muchas maneras de planificar los fines de semana. Veamos un par de estrategias que pueden poner en práctica hoy mismo. El primer consejo es hacer una lista de sus 100 sueños más anhelados.

Puede parecerles mucho, pero hay una buena razón para que la lista sea tan larga. Si solo anotan sus 10 principales sueños, es probable que resulten deseos extravagantes como visitar las pirámides de Egipto o disfrutar de una cena privada en el Louvre. No tiene nada de malo soñar en grande, claro, pero es poco probable que puedan hacer algo tan extravagante como eso en un fin de semana normal. Sin embargo, cuando empiecen a alargar la lista, llegarán a las cosas que pueden hacer un sábado o domingo habituales. Quizás sea algo como tomar un enorme batido de fresa en el parque donde sus hijos juegan. Así que tomen una libreta y pónganse a escribir.

Mejor aún, pidan a su pareja y a los demás familiares que hagan lo mismo. Pueden ver en qué actividades coinciden y empezar a organizar un fantástico fin de semana juntos. Pero recuerden que planificar no significa prever hasta el último minuto. Los planes flexibles son buenos, así que piensen actividades simples. No necesitan más detalles que almuerzo de domingo con Ana y Pedro o llevar a los niños a la playa el sábado. Por último, tengan en cuenta el tiempo de inactividad.

Los fines de semana son su oportunidad para renovarse. Si quieren descansar, incluyanlo en el plan. Eso es posible, aunque tengan una casa llena de inquietos niños pequeños. La clave es decirle a sus hijos que el descanso es importante para ustedes. Por lo tanto, si quieren dormir una siesta de una hora, díganles qué es lo que planificaron. Pronto eso se volverá parte de su rutina familiar.

Pueden facilitarlo aún más teniendo en cuenta al mismo tiempo las necesidades de los niños. ¿Por qué no planificar una hora de televisión para ellos mientras ustedes duermen? Sigan estos consejos y pronto disfrutarán de fines de semana de descanso y placenteros que los prepararán para la semana entrante. Lo que nos lleva al siguiente tema, el trabajo. En el siguiente par de resúmenes, veremos cómo administrar mejor el tiempo puede ser útil en su vida profesional.

Aumenten las posibilidades de éxito en el trabajo llevando un registro de cómo usan el tiempo en la oficina.

¿Cuánto tiempo dedican a trabajar, dormir y hacer tareas domésticas? Hagan la cuenta y luego pregúntense. ¿Están absolutamente seguros de que el resultado es correcto?

La mayoría de las personas creen saber a qué dedican las horas, pero es común sobreestimar algunas cosas como el sueño y otras como las tareas domésticas. El trabajo entra en la primera categoría. Las personas suelen sobreestimarlo. Por eso, es fundamental tener un panorama realista de cómo emplean su tiempo. El truco está en aprender a prestar atención a las horas. Esta técnica les ayudará a optimizar la administración del tiempo en el trabajo.

Presten atención a las horas y quizá se den cuenta de que en realidad trabajan 50 horas por semana y no 80. La explicación de tales suposiciones es bastante simple. Las personas sobreestiman el tiempo que les lleva a hacer tareas que no les gustan y subestiman el que dedican a hacer lo que sí les gusta. Por eso, hacer tareas domésticas o escribir correos electrónicos parece llevar una eternidad, pero nunca sentimos que hemos dormido lo suficiente. Las dos primeras actividades son desagradables, mientras que la tercera le gusta a todo el mundo. Llevar un registro del uso del tiempo les dará un panorama mucho más realista de las actividades a las que dedican sus días.

Tomen nota del uso del tiempo durante una semana entera, considerando todas las horas dedicadas a trabajar, hacer limpieza, ordenar, etc. Pueden usar una hoja de cálculo o una aplicación si les ayuda. Cuando lo hayan hecho, podrán pasar al siguiente paso. Consiste en usar el registro del tiempo para planificar la semana de manera más razonable. Esto aumentará mucho su productividad en el trabajo. Sigan el ejemplo de Michael Soynen, creador de Emergency Link, un sitio web que almacena información personal como su historial médico para el uso de servicios de emergencia.

Soynen dedica las tardes del domingo a pensar en las prioridades de Emergency Link de las próximas semanas. Una vez que las ha decidido, comunica sus ideas a su equipo. Esto implica que todos saben exactamente lo que tienen que hacer la mañana del lunes, lo que les permite emplear su tiempo con eficacia en vez de dar vueltas sin sentido. Así que reserven algún tiempo para planificación en su calendario. Descubrirán que, cuando planifican para que sucedan las cosas, por lo común suceden. Quizá puedan escribir por fin el informe anual que llevan tanto tiempo posponiendo.

Alcancen el éxito planificando y eliminando el «trabajo» que no les aporta nada.

El éxito es fruto de la planificación. Para ser exitosos, antes tienen que hacer que el éxito sea posible. Parece una repetición innecesaria, ¿verdad?

Pero en realidad tiene más contenido de lo que parece. Sentar las bases para el éxito depende de decidir con cuidado sus prioridades para el día siguiente, todos los días. Para ello, necesitan un sistema de rendición de cuentas que no los decepcione. Empecemos por la primera parte. Fijarse metas altas está muy bien, pero implica que a menudo no llegarán a cumplirlas. Esto se debe a que es imposible que las alcancen todos los días.

Pensemos, por ejemplo, en la conocida empresaria estadounidense de acondicionamiento físico Charlene Johnson. Vendió dos de sus negocios a la empresa de acondicionamiento Beachbody y se volvió una de sus consultoras. Su objetivo a largo plazo era aumentar la rentabilidad de la empresa. Pero eso no se puede conseguir en un día normal en la oficina. La solución de Johnson fue fijarse metas diarias menos ambiciosas y más alcanzables. Cumpliendo sus objetivos diarios, fue avanzando, a paso lento pero seguro, hacia el logro más ambicioso.

Por ejemplo, se proponía tener una teleconferencia con el director general para hablar de marketing un día y otro día organizar una reunión con un socio del proyecto para analizar la estrategia. Cumplir las metas más pequeñas mantuvo elevado su nivel de motivación. La rendición de cuentas es la segunda clave del éxito. Consiste en compartir sus objetivos con otra persona. Llámenlo socio de rendición de cuentas. La función del socio es comunicarse con ustedes para avisarles si han cumplido sus objetivos diarios o semanales.

Hasta aquí se trata de la planificación. El siguiente paso en el camino del éxito es eliminar las tareas que parecen trabajo, pero que en realidad no sirven para nada. Piensen en los correos electrónicos. Escribir y responder 100 mensajes es parte del mundo digital de hoy.

Algunos de ellos son esenciales, claro, pero es fácil que terminen sintiéndose totalmente agobiados sin hacer, en realidad, nada productivo. A veces es preferible cerrar la bandeja de entrada y ponerse a trabajar en lo que verdaderamente importa. Lo importante puede ser preparar una presentación o la próxima reunión del equipo. Eliminen las distracciones y verán que las tareas realmente importantes, de hecho, les llevan mucho menos tiempo del que suponían.

El éxito en el lugar de trabajo es cuestión de practicar, mantener un depósito de capital profesional y buscar el placer.

Hay cosas que todos hemos oído un millón de veces y que aún así no logramos poner en práctica. En este último resumen examinaremos algunas verdades consagradas que quizá convenga recordar. En primer lugar, la práctica hace al maestro.

Uno de los grandes obstáculos para el crecimiento es hacer las cosas automáticamente. Por ejemplo, conducir un vehículo. Suben al automóvil, giran la llave de encendido y salen a la calle. Cuando llegan a destino, apenas recuerdan el viaje. Es una aptitud inútil, pero no los hace mejores conductores. Si quieren mejorar, necesitan practicar conscientemente.

Pongamos de ejemplo a un aspirante a escritora. ¿Qué le convendría más, escribir un montón de párrafos interminables o pedirle a uno de sus compañeros que lea y critique su obra? La segunda opción es la más difícil. Después de todo, la crítica es la más difícil. Aunque sea bien intencionada, la crítica es el único camino para crecer. El escritor que pide ayuda y modifica su estilo para adoptar la crítica recibida será mejor que el ermitaño que trabaja automáticamente.

Lo siguiente es aprender a mantener un depósito de capital profesional que puedan destinar a aprovechar las oportunidades futuras. El capital profesional básicamente es el dinero que se utiliza para hacer las cosas. El capital profesional básicamente es todo lo que han ganado hasta ahora durante su vida laboral, la experiencia, las redes de conocidos, las aptitudes y la personalidad profesional. Considérenlo una moneda que pueden usar para comprar nuevas oportunidades, como un ascenso. Mantener su cuenta bien provista implica que podrán obtener más. Una de las mejores maneras de asegurarse de que su cuenta tiene saldo positivo es cultivar sus relaciones.

Para ello, lo principal es infundir confianza. Cuando los demás saben que pueden confiar en ustedes, es mucho más probable que les den consejos y los recomienden a otras personas. Por último, consideremos la felicidad. Cuanto más atentos estén a los signos de éxito, más felices serán. Un estudio realizado por la profesora de la Escuela de Negocios de Harvard, Teresa Amabile, y el psicólogo del desarrollo, Stephen Kramer, respalda lo anterior. En su libro The Progress Principle, 2012, examinaron 12,000 entradas de diario de distintos equipos en varias instituciones de los Estados Unidos.

Observaron que el 76% de los días en que los empleados estaban felices fueron también días en que lograron un gran avance. Advertir los signos de éxito, como las reacciones positivas o un momento de hallazgo en un proyecto difícil, sin duda los hará más felices a ustedes también.

Resumen final

El mensaje clave de estos resúmenes: La buena administración del tiempo no solo reducirá el ajetreo de las mañanas y el nivel de estrés, también impulsará su productividad en la oficina y les ayudará a aprovechar al máximo los fines de semana.

La clave es aprender a tomar nota de la manera en que emplean el tiempo. Una vez que sepan a qué dedican tantas horas, podrán empezar a planificar cómo usarlas de manera más eficiente. Y eso aportará beneficios a su vida personal y profesional. Consejos prácticos Tómense con calma los quehaceres pendientes.

Los fines de semana se deben destinar a renovarse. Son su oportunidad para dedicar el tiempo a distraerse y recargar energías. Sin embargo, eso no implica solo descansar. Como las vacaciones, los fines de semana se deben destinar a hacer lo que no pueden hacer en la vida diaria. Así que no los desperdicien haciendo una serie interminable de tareas domésticas. Piensen en lo que realmente les gustaría hacer.

Quizás sea hacer un viaje de un día o tan solo tomar algo en un café. Sea lo que sea, hagan sus planes y síganlos. Lavar la ropa, por lo general, puede esperar hasta la noche del lunes.

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