«La sabiduría de los psicópatas» de Kevin Dutton

No todos los psicópatas están encerrados en prisiones de máxima seguridad y hospitales de salud mental. Muchos de ellos viven entre nosotros, en medio de la sociedad. De hecho, una gran cantidad de líderes políticos y financieros muy exitosos muestran características psicopáticas. En ese libro, se investiga por qué son tan exitosos, qué los hace diferentes de los delincuentes psicopáticos y qué podemos aprender nosotros de ellos.

¿Qué beneficio ofrece? Aprender de los psicópatas exitosos.

La palabra psicópata generalmente evoca imágenes de asesinos con hachas, el guasón u otros asesinos seriales cuya brutalidad puede mantener a todo el país en vilo hasta que los atrapen y los pongan detrás de las rejas para siempre. Cuando pensamos en psicópatas, nos hacemos preguntas como ¿qué pasa por la cabeza de un monstruo? ¿De dónde proviene su brutalidad? y ¿cómo es posible que no sientan una pizca de remordimiento o culpa por sus delitos? La misma osadía y el mismo egoísmo que caracteriza a los psicópatas también se pueden observar en personas que nunca se transformarán en asesinos. Para muchos de nosotros, es posible que los ejecutivos despiadados o los banqueros codiciosos compartan ciertas características con los psicópatas.

Hacen lo que quieren, incluso si esto lastima a otras personas, no son conscientes de su conducta indebida y pueden dormir bien por la noche. Sin embargo, la idea de que incluso líderes carismáticos como John F. Kennedy o Bill Clinton comparten muchas características con los asesinos psicópatas es nueva para la mayoría de las personas. Aparentemente, los psicópatas tienen varias características, como intrepidez o astucia, que son ventajosas para quienes quieren conseguir prestigio y poder en un mundo caótico y acelerado. Es por esto que podemos observar varias características de los psicópatas con más frecuencia, entre políticos y ejecutivos exitosos que entre delincuentes condenados.

En la sabiduría de los psicópatas se aborda la fascinante pregunta sobre ¿cuáles son estas características? , ¿por qué podrían ser útiles? , y ¿qué podemos hacer nosotros para progresar? En los primeros tres resúmenes descubrirán cómo son los psicópatas y cómo se diferencian del resto de nosotros.

A menudo, los psicópatas son encantadores e inteligentes, y no le temen a nada.

Por lo general, asociamos el término psicópata con delincuentes violentos que esperamos que estén arrestados y encerrados para siempre, pero la realidad es que entre el 1 y el 2 por ciento de la población podría ser etiquetada como psicópata y de ninguna manera, todos ellos están en la cárcel o ni siquiera merecerían estarlo. Entonces, ¿qué es exactamente lo que hace que alguien sea un psicópata? A simple vista, los psicópatas son extremadamente cautivadores la mayor parte del tiempo.

A menudo, son muy encantadores y buenos oradores, y entretienen a los demás. Todo esto quita la atención de lo que ocurre dentro de ellos y esconde su lado malvado. Por su forma de ser, no nos sorprende que tantos psicópatas terminen ocupando cargos altos y se transformen en catedráticos titulares, ejecutivos, cirujanos y alcaldes. Pero, ¿cómo es la vida interior de un psicópata? Muchos de ellos son extremadamente inteligentes, aunque carecen de emociones como el miedo, la vergüenza y la culpa. Son mentalmente ágiles y listos, aunque deficientes en cuanto a sus impulsos emocionales.

Los investigadores han descubierto que el cerebro de los psicópatas muestra anomalías en las áreas que determinan las emociones, lo que explica la ausencia del miedo. En situaciones en que las personas normales se preocuparían, por ejemplo, porque dejaron la cocina encendida, los psicópatas se mantienen tranquilos y serenos. Esto puede resultar una ventaja porque el miedo, como emoción, ha perdido gran parte de su significado. Cuando las personas tenían miedo de ser devoradas por tigres con dientes de sable, responder a los peligros con miedo intenso era una cuestión de vida o muerte.

Hoy en día, en tiempos en que los tigres con dientes de sable no encabezan la lista de las amenazas y la mayoría de nuestros miedos están injustificados, la habilidad de no experimentar la emoción paralizante del miedo puede llevar al éxito. Los psicópatas rara vez dudan, por ejemplo, de asumir un riesgo. Si quieren hacer algo, simplemente lo hacen sin tener miedo a fracasar, lo que, en última instancia, puede llevarlos a la cárcel o a puestos financieros y políticos de poder.

Los psicópatas toman decisiones de manera tranquila y racional. Las emociones y la moral no los afectan.

En algunas situaciones, la forma psicopática de pensar se asemeja a la utilitarista. Esta corriente de pensamiento pone la consideración racional de los beneficios frente a los costos por encima de todo lo demás.

Cada decisión tomada debe apuntar a producir la mayor ganancia posible y el menor sufrimiento posible. Las personas no psicópatas también actúan de manera utilitarista en ciertas situaciones, pero los sentimientos entran en escena en otras y sus decisiones se desvían de la elección que proporcionaría la mayor ganancia posible. Esta diferencia se evidencia, por ejemplo, cuando se les pide a los psicópatas y a las personas no psicópatas la tarea de resolver un dilema moral. La primera variante es la siguiente. Ven un tren yendo a toda velocidad hacia un grupo de cinco personas, lo que seguramente los matará, a menos que muevan el interruptor para dirigirlo a otra vía, en la que hay solo una persona. De esta manera estarían sacrificando una vida en lugar de cinco.

La segunda variante los convierte en el responsable. En este caso, no tienen que mover un interruptor, sino que, en su lugar, deben empujar a una persona gorda de un puente para salvar a los cinco individuos. En este ejercicio hipotético, los psicópatas no dudan en sacrificar a una persona por el bien de las otras cinco, en cualquiera de las variantes. Para ellos, no importa si tienen que matar a alguien con sus propias manos o mover el interruptor porque el resultado es el mismo. Por el contrario, las personas no psicópatas necesitan más tiempo para tomar una decisión en el primer caso, y muy pocas pueden decidirse a empujar a otra persona del puente en el segundo. Esto se puede explicar porque, al considerar el mejor resultado posible de situaciones en las que la vida de otras personas está en peligro, se activan emociones fuertes, que hacen que tomar una decisión puramente racional sea imposible para las personas promedio.

En comparación, los psicópatas se mantienen tranquilos y toman decisiones racionales, lo que también se ha demostrado en muchos otros experimentos. Se le preguntó a un asesino condenado si consideraba que un médico debía matar a un hombre joven para obtener sus órganos para salvarles la vida a otros cinco pacientes. El asesino respondió sin dudar que, si él fuera el médico, no dudaría ni por un segundo que sacrificar al hombre sería lo correcto.

Los psicópatas simplemente no contemplan hacer algo, sino que actúan.

La mayoría de las personas pasan mucho tiempo quemándose el cerebro pensando en las posibles consecuencias de sus reacciones. A veces, ni siquiera podemos soportar hacer una simple llamada telefónica. Después de todo, podemos decir algo mal y quedar como tontos.

Por lo general, preferimos cortar la llamada y esperar un poco hasta que hayamos aclarado nuestras ideas. Los psicópatas no piensan así, tienden a actuar de manera inmediata, en lugar de sentarse a pensar en la acción. Eso sucede porque tienen poca tolerancia al aburrimiento, entre otras cosas, y siempre necesitan estar ocupados. Cada actividad es gratificante para ellos. Asimismo, suelen vivir el momento y no pensar tanto en el futuro. Y, a diferencia de muchos de los demás seres humanos, una vez que han tomado una decisión, actúan, incluso si esto implica riesgos o incertidumbre.

Una vez que los psicópatas hacen algo de manera satisfactoria, se sienten aún más motivados para hacerlo de nuevo, independientemente de si están hablando de la compra de una acción o de cometer un asesinato. Y, dado que no sienten arrepentimiento, los fracasos no les impiden actuar. Esta tendencia también se observa en los establecimientos para personas con enfermedades mentales. Si bien muchos pacientes con otros trastornos son propensos a la pasividad, los psicópatas son activos y quieren mantenerse ocupados. Para ellos, no tener nada que hacer no es una opción. Tienen que estar constantemente involucrados en algo, incluso si solo se trata de tener una conversación o jugar un videojuego.

Por consiguiente, los psicópatas, en realidad, suelen hacer cosas que otras personas solo fantasean con hacer. Este es otro motivo por el cual terminan en la cárcel. Y dirigiendo bufetes de abogados, usando vestimenta de quirófano y liderando departamentos de universidades, con más frecuencia que las personas no psicópatas. En los próximos 4 resúmenes descubriremos en qué puestos pueden ser útiles los psicópatas.

Algunas características psicopáticas son más comunes en ejecutivos y políticos que en delincuentes condenados.

En el año 2000, un estudio investigó en qué medida los expresidentes estadounidenses exhibían características psicopáticas. Los investigadores entrevistaron a los de las biografías de los presidentes y analizaron dogmas como «nunca siento culpa por lastimar a otras personas» o «deben sacarles ventaja a los demás antes de que ellos se la saquen a ustedes». En general, las cualidades de los expresidentes mostraron una fuerte tendencia hacia la psicopatía y Kennedy y Clinton encabezaron la lista.

Aparte de los políticos, otras personas exitosas también exhiben cualidades psicopáticas como una visión excesivamente positiva de sí mismos, una marcada capacidad de persuasión, osadía y un pronunciado encanto que usan para ganarles a los demás. Si bien estas cualidades permiten que algunas personas se transformen en asesinos, también hacen que otras persigan sus objetivos de manera implacable, sin ni siquiera infringir las leyes ni quedar sujetas a acusaciones. De acuerdo con un estudio, muchas de las cualidades positivas de los psicópatas, como el encanto y la capacidad de persuasión, son más comunes entre los ejecutivos y políticos que entre los delincuentes condenados. En este último grupo, las cualidades antisociales de los psicópatas, como la inclinación a la violencia física y la impulsividad, suelen ser predominantes. En general, la psicopatía, al igual que otras anomalías mentales, no se considera un atributo que una persona tiene o no tiene. Por el contrario, es un espectro amplio de diversas expresiones.

Es evidente que una expresión moderada de muchas cualidades psicopáticas puede ser extremadamente útil para el crecimiento personal de un individuo. Sin embargo, demasiadas cualidades de este tipo pueden transformarse rápidamente en un peligro para esas personas, dado que ya no pueden controlarse a sí mismas y quedan propensas a cometer delitos. Por lo general, los psicópatas exitosos y funcionales exhiben características moderadas que se combinan con la habilidad de diferir los impulsos inmediatos y de no seguir cada deseo sin pensarlo.

Vivir el aquí y ahora es lo que los psicópatas tienen en común con los maestros zen.

El psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi es famoso por acuñar el término flujo, o capacidad de enfocarse por completo en el aquí y ahora. Esta capacidad no solo juega un papel fundamental en los cursos antiestrés y de manejo del tiempo, sino que también en el budismo, donde el objetivo de la meditación es sumergirse por completo en el momento. Esto permite manejar una tarea con calma y atención, sin distraerse con emociones o pensamientos perturbadores.

Los psicópatas parecen haber nacido con esa habilidad. Las percepciones que no tengan nada que ver con la tarea en cuestión no pasarán por el filtro de la conciencia. Esto se debe a que no le temen a nada, ni permiten que las emociones los distraigan, simplemente porque no la sienten. Asimismo, los psicópatas están muy abiertos a nuevas experiencias y son extremadamente curiosos sobre lo que pueden hacer para involucrarse en cada acción, sin importar si es algo completamente nuevo o que implica sorpresas impredecibles.

Los estudios de la Universidad de Aachen demuestran que las personas normales en un estado de flujo, es decir, que están completamente enfocadas en una actividad y se olvidan de todo lo que las rodea, exhiben patrones específicos de actividad cerebral. Las áreas que normalmente reaccionan ante el fracaso y los conflictos muestran actividad reducida, lo que constituye un patrón exactamente igual al que se observa en el cerebro de delincuentes condenados. Esta capacidad de sumergirse en el momento predestina las personas con tendencias psicópatas a ser naturalmente exitosas en campos profesionales riesgosos, por ejemplo, los bomberos, policías o soldados de las fuerzas especiales. En situaciones difíciles es mucho más fácil para ellos mantener la calma y funcionar a su máxima capacidad en comparación con los demás.

Las características psicopáticas son muy útiles en entornos estresantes y caóticos.

Las personas que carecen completamente de características psicopáticas pasan mucho tiempo preocupándose de lo que podría suceder. Como resultado, generalmente tardan en tomar decisiones en lugar de tomar las riendas de su propio destino. Sin embargo, la inclinación de los psicópatas a actuar rápidamente tiende, con mayor frecuencia, a alcanzar el éxito.

Esto se debe a que lo que hace que una persona normal se preocupe tanto no entre en escena en el 99% de los casos. Casi siempre sería más inteligente actuar que quedarse inmóvil ante el miedo. Un estudio en el que se les encargó a los sujetos de la prueba una tarea sobre toma de decisiones en condiciones riesgosas demostró precisamente que los psicópatas no se permiten distraerse por amenazas de cualquier tipo. Los sujetos tuvieron que realizar la tarea en dos circunstancias. A la mitad del grupo se les salpicó sudor humano normal en la nariz, a la otra mitad también, sólo que era sudor de personas que habían mirado una película de terror. El sudor del miedo hizo que las personas no psicópatas se comportaran de manera más precavida, fueran más conservadoras y mantuvieran las expectativas bajas.

Por otro lado, los psicópatas no se desalentaron por el sudor del miedo y continuaron asumiendo grandes riesgos y vencieron a las personas no psicópatas que se inhibieron a causa del miedo. El mundo frenético de hoy en día nos ofrece muchos motivos para sentir miedo. Todo está en un estado de cambio constante y tenemos plazos que cumplir y compañeros de trabajo a quienes superar. Independientemente de la industria, en cualquier entorno donde existan condiciones estresantes que ejercen presión sobre las personas promedio, es sencillo para los psicópatas mantenerse calmos y sacar ventaja.

Un ejemplo claramente exagerado, aunque adecuado, es la figura de James Bond. Gracias a su intrepidez, osadía e increíble ego, no hay ninguna situación compleja de la que no pueda salir y ninguna mujer hermosa con la que no pueda acostarse.

“Generación yo”: las características psicopáticas son más habituales en las generaciones más jóvenes.

Mucho de lo que parece natural hoy era inimaginable simplemente hace algunas décadas. La rápida expansión de Internet y de la pornografía y los juegos violentos que acompañan a estos sectores es solo uno de los puntos decisivos que han dado forma a la generación más joven. Los estudios concluyen que la generación Yo de hoy en día es más egocéntrica, competitiva y narcisista que cualquier otra previa a esta.

Los jóvenes se están acostumbrando a tener amistades virtuales superficiales y ver mucha violencia en la televisión y los videojuegos. Los jóvenes de la actualidad también emulan a las estrellas de la música pop que, con frecuencia, muestran tendencias psicopáticas. Y, entonces, se está gestando una creciente minoría subpsicopática que es tan indiferente a sus propias acciones como a los sentimientos de otras personas. Muchas de estas personas jóvenes desconocen las normas sociales, aunque hay relaciones más complejas en juego, y no se puede echar toda la culpa a sus modelos a seguir, a la educación o al avance de Internet.

No obstante, el resultado del desarrollo es sencillo. Los estudios que involucran a estudiantes universitarios en Estados Unidos han demostrado que la compasión por los demás ha disminuido sustancialmente en las últimas tres décadas. En simultáneo, los estudiantes han atribuido más importancia a características como el narcisismo y, cuando se les pregunta a los delincuentes sobre los motivos de sus crímenes, cada vez con más frecuencia nombran patrones de pensamiento típicos de los psicópatas, sentir placer, seguir un impulso y perseguir una ganancia monetaria. En los últimos dos resúmenes descubrirán qué podemos aprender de los psicópatas exitosos.

Adquirir características psicopáticas puede ser útil para el crecimiento propio.

Muchas características psicopáticas son ventajosas en el mundo de los deportes. Si no tienen miedo y pueden concentrarse plenamente en una cosa, pueden entrenar de manera más eficaz y tener un mejor rendimiento en las competencias, y eso se puede aplicar a casi todas las áreas de la vida. La meditación es una forma de sumergirnos en el aquí y ahora.

Al meditar, podemos aprender a desconectarnos de nosotros mismos y dar un paso atrás. Hay muchas otras técnicas que pueden ayudar a desarrollar una habilidad contemplativa. Por ejemplo, el golfista Louis Ostosend pudo ganar un torneo en 2010 concentrándose todo el tiempo en un pequeño punto rojo que tenía su guante cerca del pulgar. Ganó por un margen importante. En la mayoría de las profesiones también es un enorme beneficio tener el encanto y la capacidad de persuasión de un psicópata. Si pueden aprender a usar una máscara, pueden ganarles a otras personas con sus ideas.

Curiosamente, con estimulación magnética transcranial, se puede simular la actividad cerebral de un psicópata de manera temporal, en una persona normal. Cuando el autor de este libro se sometió a dicho procedimiento, de inmediato se sintió más confiado en sí mismo y menos preocupado por lo que le pasó, y, al ver imágenes violentas, las cuales siempre le habían hecho sentir asco y repulsión en el pasado, sonrió. Aunque el efecto fue solo temporal, demostró cómo las características psicopáticas harían mucho más fácil el hecho de lidiar con ciertas situaciones.

Los psicópatas funcionales pueden cambiar su interruptor de conducta según la situación.

Los verdaderos psicópatas delincuentes no pueden decidir comportarse de manera psicopática o no, siempre siguen sus tendencias psicopáticas. Pero esto es totalmente diferente para los psicópatas exitosos y funcionales. Pueden activar las características positivas de la psicopatía, como su encanto, osadía e inclinación a actuar, en ciertos momentos en que éstas son útiles, pero también desactivarlas en determinadas situaciones en las que harían más daño que bien.

De esta manera, pueden obtener un beneficio privado de sus tendencias psicopáticas sin correr el riesgo de terminar en la cárcel. Pensemos en los abogados exitosos como ejemplo. En la sala de audiencias, admiten salir a aplastar a sus oponentes, pero, cuando se van a su casa al final del día, asumen un rol completamente diferente. Eso es porque la conducta que mostraron en el tribunal los transformaría en delincuentes en situaciones personales específicas, delincuentes que, a su vez, necesitan un buen abogado. Cada situación exige una conducta distinta, y quienes pueden activar y desactivar ciertas características psicopáticas según la situación tienen un enorme repertorio de patrones de conducta que pueden utilizar para moldear las situaciones más variadas y difíciles para su beneficio. Esto es extremadamente valioso en nuestra sociedad, dado que muchos de los puestos más influyentes que existen son ideales para personas que actúan de manera intrépida y audaz en el momento adecuado y pueden comportarse como una persona de familia convencional y un filántropo luego.

Resumen final

El mensaje clave de este libro: Algunos psicópatas acaban en la cárcel como asesinos y violadores juzgados, pero otros son ejecutivos, abogados y cirujanos exitosos y ocupan altos cargos políticos. En realidad, son las características psicopáticas específicas, como la intrepidez y la capacidad de vivir en el ahora, lo que los ayuda a alcanzar el éxito. Una lección para cualquier persona que quiera aprender de psicópatas exitosos y funcionales.

Este libro en resúmenes respondió las siguientes preguntas. ¿Qué hace que los psicópatas sean diferentes entre sí? ¿Cómo son? A menudo, los psicópatas son encantadores e inteligentes y no le temen a nada. Los psicópatas toman decisiones de manera tranquila y racional. Las emociones y la moral no los afectan.

Los psicópatas simplemente no contemplan hacer algo, sino que actúan. ¿Por qué los psicópatas tienen éxito? ¿Qué clases de puestos son los mejores para ellos? Algunas características psicopáticas son más comunes en ejecutivos y políticos que en delincuentes condenados. Vivir el aquí y ahora es lo que los psicópatas tienen en común con los maestros zen. Las características psicopáticas son muy útiles en entornos estresantes y caóticos.

Generación yo. Las características psicopáticas son más habituales en las generaciones más jóvenes. ¿Qué podemos aprender de los psicópatas exitosos? Adquirir características psicopáticas puede ser útil para el crecimiento propio. Los psicópatas funcionales pueden cambiar su interruptor de conducta según la situación.

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